LUCES DE ALUCIANDOS

 

 

En este mundo, como bien sabéis, hay gente, gentecilla, gentuza; y luego está esa caterva de descerebrados que les ríen las gracias a un psicópata narcisista que, si en este mundo hubiera justicia, debería estar sentado en el banquillo de los acusados por crímenes de lesa humanidad. Hemos pasado de ese tipejo de las otrora 2.500 abdominales por minuto, por aquello de las tabletitas, al actual Änsar de la mirada fulgurante con superpoderes que, como te miren fijamente, se folla hasta a tu pobre abuelo. No obstante, la indignación me sube como la tensión a un yayo que coma pipas saladas, cada vez que veo a ese tipejo querer demostrarnos que él es el más macho de todos los motherfucker machos of the universe and rest of galaxies, tiene su punto inequívoco de…iba a decir payaso, pero es una profesión demasiado noble para ensuciarla con esta comparación, de hilaridad, de tonto, pero de esos tontos que son tontos pa siempre, como diría el otro, o de gilipollas redomado que sufre tal trastorno cerebral que le lleva a creerse, pero creerse de verdad, que él está llamado a salvar Valladolid, Madrid, España, la península, Europa, el mundo…y además, salvarnos por el simple hecho de que él es el de los superpoderes que dios le ha dado para rescatarnos a todos del holocausto rojo y separatista. Es uno de los principales y más graves problemas que tiene ese país llamado España: a ese canalla, a ese criminal de guerra a los que cuatro flipados le hacen la pelota riéndoles las gracias quizá, creyéndose incluso, que se están ganado el reino de los cielos, ellos que son antimonárquicos aspirando a vivir eternamente en un reinado, celestial; pero reinado que, además, ya dijo Ratzinger que tal cosa del paraíso no existía ¿pero qué iba a saber ese, comparado con lo que saben los católicos y apostólicos de castilla, el último bastión de la auténtica fe cristiana? Es que se ve que, las otras fes cristianas, son de la cadena Día y claro, no es lo mismo que el sibaritismo de los grandes y graves gourmets: este patético atajo de fachas de mierda a los que se les va la olla prometiendo cosas tan inconstitucionales como derogar el sistema lingüístico catalán, declarado perfectamente constitucional por el tribunal que ellos mismos eligieron.

 

Semana movidita en todos los frentes, con la guerra abierta entre los derechosos que, mira tú por donde, va a beneficiar al Pedrito, porque Vox ha venido, de momento, para dinamitar la derecha. Habrá venido para otras cosas, pero eso es, de momento, lo que está consiguiendo sustanciar de su aparición en el ruedo político: que se muerdan entre ellos y que Vox acabe pagando, al fin, el precio que pagan los partidos en el recuento de votos y la asignación de escaños con la actual ley electoral y el sistema de D´Hont, de la que tanto se han quejado el resto de partidos y que beneficia sobremanera a PP y P$OE, con lo cual es probable que después del 28-A, tengamos a una derecha atomizada y en la oposición, peleándose contra todo lo que se mueva, rabiosos, porque no les ha funcionado su “reconquista”. Y mientras estos perros se muerden entre sí, Pedrito se nos destapa esta semana con una frase para la posteridad, profunda, muy profunda, de aquellas frases que parecen sacadas de las lecciones aristotélicas con las que presumen los peripatéticos: “Las promesas en campaña electoral se hacen para ganar las elecciones, no para cumplirlas”. ¡Olé tú! Así que, y en el hilo de estas afirmaciones, como hoy me levanto leyendo que este engañabobos amenaza con volver a aplicar el 155 en Catalunya, debo interpretarlo como una promesa electoral que hace para ganarse adeptos de esos radicales españolistas que pretenden bombardear Barcelona, pero que no cumplirá. Y más le vale que no la cumpla, porque después del penúltimo ridículo que ha hecho su ministro de exteriores, llamando mentiroso a un periodista que le citaba unos datos oficiales del CIS; esto es: que el 70% de los españoles quieren una solución dialogada con Catalunya, el tío dejó la entrevista, volvió al plató de nuevo al cabo de unos minutos para acabar yéndose, pretendidamente ofendido, porque el periodista se permitía preguntarle lo que le daba la gana al periodista y no lo que Borrell querría para lucirse; después de este último capítulo de la anti diplomacia española, decía, si lo aplica sin motivos que sean indiscutibles, la opinión pública europea va a acabar preguntándose qué carajo pasa en España. Por no hablar de la poca vergüenza y la baja catadura moral del Pedrito y del monarca en su affaire con el presidente de México, López Obrador, que en una carta le exigía disculpas por las afrentas sufridas durante la conquista en mi opinión con todo derecho, porque son incontables los crímenes, saqueos y el exterminio de culturas autóctonas que conllevaron esa conquista por parte española, para imponerles precisamente la cultura, las costumbres y la religión católica a sangre y fuego, que es lo que históricamente han hecho los pueblos conquistadores con otros pueblos en tiempos pretéritos. Y aquí, este par de dos, se sienten ofendidos ante la realidad histórica de unos hechos incontestables. No costaba nada entonar el mea culpa patrio, y emplazarles no obstante a que las cosas que compartimos hoy, nos propicien a todos un futuro mejor. Hacerte el ofendido, cuando te han pillado en casa ajena, a las tantas de la madrugada, bebiéndote el whisky a escondidas, con los bolsillos llenos de lo que te has agenciado porque tú eres así de chulo, no cuela, alma locuela.

 

Ah, y señor Suarez Illana, lo de su padre Adolfo, hijo, no se hereda…

 

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